viernes

Nosepuedetenertantomorro.com

Madre míaaaaaaa, acaba de llegar el IBI, ya ha pasado un año. Que rápido se pasa el tiempo, buffffffff, intentaré ir mañana al banco a pagarlo, saldré deprisa para ver si puedo llegar antes de que cierren.


13:25 horas

Salgo corriendo del trabajo (cinco minutos antes de mi hora), me voy tan deprisa que no me despido ni del pulpo Paul.

13:30 horas

Estoy esperando a que el semáforo se ponga verde para coger el bus y veo que se me escapa en mi cara misma (ahhhhhhhhhhhh, no voy a llegar)

13:45 horas

Sigo en la parada del bus, ¡Cómo me gus el verano y que haya disminuido la flota de autobuses ¡(que digo yo, que si reducen los servicios, sería lógico que también redujesen el precio del billete ¿no?).

13:50 horas

Siiiiiiiiiiiiiiiii, ya llega el 24: YUHUUUUUUUUUU (Buf, está lleno hasta las trancas pero me subo, tengo que llegar al banco)


14:20 horas


Bajo corriendo del bus y llego medio esnafrada a la puerta de la sucursal. Llamo. Me miran con cara de acelga y abren.


14:25 horas

-Buenas tardes

-Buenos días , que aún no hemos comido –dice el “amable” cajero que te mira con cara de íbamosacerraryhasentradoenelúltimomomentoadarporelrasca.

-Si, si, buenos días- contestas tú (que te importa tres si es por la mañana, a mediodía o por la tarde, porque lo que quieres es terminar de hacer la gestión rapidita para irte a tu casa porque si no, no te va a dar tiempo a comer).

-Venía a pagar el IBI

-Bufffffffff, imposible –te dice el cajero – Mira, en este cartel lo pone muy clarito-
“El horario de pago de recibos es de 9:30 a 10:30 los miércoles de los años bisiestos y los viernes de los años en los que Venus está en la casa de Júpiter EXCEPTO en Navidades, Verano, Semana Santa, Fiestas de Pilar y Época de la caída del melocotón de Calanda”


-Ahhhhhhhhh, pero es que yo trabajo y esta es la única hora en la que puedo venir.

-Son las normas, ¿por qué no lo domicilias?–te dice sin mirarte siquiera.

-Es que no me va bien

-Pues lo siento, pero no va a poder ser.

-Oiga – intentas ser amable pero te das cuenta de que te ha salido un tono un poquito guerrero- no vengo a la oficina más que una vez al año a pagar el IBI, el resto del año no me ven el pelo y aunque no les genere nada de trabajo, ustedes me siguen cobrando 18 eurazos de mantenimiento de la libreta (¿mantenimiento de qué? si la guardas tú en tu casa: jamás lo he entendido) y 12 eureles de mantenimiento de la tarjeta.

-Eso, no tiene nada que ver. ¿Has probado a pagarlo por Internet?: ¿Conoces nuestro servicio on-line? ¿Quieres las claves?

-Mire, si lo pago por Internet me cobran ustedes 2 euros de gestión, y no sé de que gestión hablan porque esa la hago yo conmigo misma desde MI ordenador en MI casita. Así que no me de las contraseñas porque no me interesa.

-A ver, -insistes (porque tienes esa forma de ser en la que nunca das nada por perdido)- ya que estoy aquí, ¿no le importaría hacer una excepción y dejarme que le pague el recibo? Mire, soy cliente de ustedes desde que mis abuelos me abrieron la cuenta con 100 pesetas en el año de Maroto el de la moto.


-Mire, señorita- te dice mirándote por encima de las gafas- aunque quisiera no podría porque ya hemos cuadrado la caja y no podemos aceptar dinero.

Tú que te notas que la sangre te hierve por dentro y tienes miedo de que te explote algún capilar, le dices como si hablases con un niño de 3 años
-Osea, que esto es un banco y no aceptan dinero

-No es eso-dice el hombrecillo gris- es que cuando Usted ha llegado ya habíamos cerrado la caja.
-¿Sabe que también puede pagar los recibos a través del cajero automático? Es un nuevo servicio que ofrecemos a nuestros clientes.

-¿Clientes? Si yo tratase así a mis clientes mi jefa me habría echado en el minuto uno.

Te mira fijamente sin decirte nada

-No se preocupe, quédese tranquilo y sobre todo no se estrese que veo que la tripa le descansa en la mesa y eso es señal de que hace nervios mil en su trabajo que además es arduo y pesado donde los haya. Y por mí no se preocupe porque ya no va a verme más, pero no porque yo no venga a la sucursal sino porque a lo mejor la próxima vez que yo venga a usted le han dado capote por majo y por simpático.
Así que hasta luego, salao, y buenos días porque yo tampoco he comido y con el tiempo que he perdido aquí me tengo que volver a la ofi en ayunas. Un beso: muacccccccccccc.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Simplemente perfecto. Es una verdad como la catedral de Milán (impresionante monumento dicho sea de paso). Chapeau!!

Anónimo dijo...

Si no se tiene capacidad para trabajar de cara al publico....pues oye, otros trabajos hay.Y encima creen que tienen derecho a ese trato.Como odio a los bancos,cajas, sus empleados y gerentes.
No al abuso de la banca!!!

Anónimo dijo...

Ja, ja, ja .Buenísimo.
Reflexión: ¿Por qué todos los bancarios (no banqueros, que ya quisieran) son entrados en carnes, calvos , bajos y con gafas? ¿o es qué adoptan ese aspecto después de años en la profesión?
Ahí queda.

Anónimo dijo...

No fue casualidad, LO ELIGEN ASÍ, a mi me hicieron lo mismo hace un par de meses después de arrancar de casa con dos niños y un calor insoportable, llegué a las 10: 30 y estaban los dos de la sucursal parados mano sobre mano. Eso si el horario era de 8:30 a 9:30
Lo que suponía que para pagar el cursillo de natacion de mi hija (30 Euros) en plenas vacaciones me tenía que levantar a las 6:30 de la mañana o paga la comisión on line.