jueves

Queridos Reyes Magos

Queridos Reyes Magos:

Ya sé que queda un montón para las Navidades pero quiero enviaros esta carta con tiempo para que no tengáis excusa alguna para traerme eso especial que me hace tanta ilusión.

No sé si las cartas que os envío año tras año os llegan realmente, por que si no, no entiendo (con lo bien que me porto siempre) como no me habéis traído nunca al actor negro de CSI Las Vegas que os llevo pidiendo con insistencia, pero bueno, allá vosotros con vuestras conciencias.

Como no quiero que haya ningún error y todo sea perfecto, este año he decidido cambiar radicalmente de táctica.

De momento estoy entrenando a una de las palomas (que se empeñan en posarse en el alero de mi terraza y ponerme como un Christopher toda la ropa que tengo tendida) para que os lleve la carta ella misma.

No me fío ni un pelo del servicio de correos (hay un rumor que dice que cuando los sustitutos de los interinos de los titulares de algunos carteros se agobian con la correspondencia la tiran al río) y claro no puedo arriesgarme, así que hace un par de meses comencé a elaborar mi plan (ni que decir tiene que no fue tarea fácil).

Primero intenté elegir a la paloma más sumisa, pero no me gustaba la forma que tenía de mirarme (la muy lagartija se empeñaba en jugar a ojos de gato) y la descarté.

Luego opté por la que parecía más ágil y estaba más en forma (hay que tener en cuenta que el viaje será largo) pero una tarde trágica la vi toda aplastadica en la acera (luego me enteré de que la había arrollado una abuela miopita con la rueda de un carrito de la compra): me dio bastante pena, ella era toda una aventurera.

Así que básicamente elegí a la única que quedaba, es un poco pasota y no se le motiva fácilmente pero creo que hará un buen papel y no me fallará. De momento consigo que vaya hasta la esquina de la calle y excepto algunos días que ha tardado una semana en volver (casi sin plumas con el pico medio torcido y sin rastro de la carta) el resto de las veces ha seguido diligentemente todas mis instrucciones.

Bueno, pero a lo que vamos, porque me estoy yendo por la barranquilla y aún no os he explicado cual es el regalo especial de este año.

Quiero que me traigáis: tachánnnnnnnnnnnnnnnn : “Un controlador aéreo”: siiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii

¿A qué no os lo imaginabais?

Pues si, llevo mucho tiempo cavilando y creo que no se puede pedir nada mejor en la vida.

¿Que llegan las vacaciones que estás deseando disfrutar después de un año duro de levantarte temprano para ir a trabajar y se ponen todos los controladores de huelga?: ¿Y quéeeeeeeeeeeee? Yo tendré el mío propio que dirigirá el avión en el que yo viaje por todo el espacio aéreo (que además estará semi-vacío).

¿Qué por motivo de la crisis global que nos afecta a todos, en mi empresa deciden hacer Ere o prescindir de mis servicios? ¿Y quéeeeeeeee? Con el sueldazo que cobra mi controlador aéreo me compro la empresa en la que trabajo y encima me permito el gusto de echar a mi jefe por que no se puede ser tan canso en la vida.

¿Qué un día no me apetece ir a trabajar porque hace un frío fuera que pela? ¿Y quéeeeeeeeeeeeeeeeeeee? Le digo a mi controlador que me presente a ese médico suyo que le tramita las bajas falsas y punto.


Así que Majestades, ya saben, si quieren hacerme el año 2011 un poco más feliz, no se olviden de traerme el regalito que con tanta ilusión les he pedido (como mi casa es muy pequeña y no tiene chimenea) no pasa nada si me lo dejan bien envuelto en el rellano.

Muchas gracias.

lunes

¿En qué momento se nos fue todo de las manos y el beige se convirtió en camel?

¿No os quedáis muertas y enterradas cuando leéis algo así?

Reglas de oro para ser la trendy más cool.

¿Quieres ser una it-girl?

Ahí van los siguientes must:


• Maquíllate los ojos con kohl hasta conseguir un efecto smoky.

• Date en los labios un toque de gloss.

• Hazte un brushing en el pelo.

• Ponte un little black dress y combínalo con unos elegantes peep toes (intenta que éstos hagan juego con tu clutch cubierta de pailletes).

• Si es invierno, no olvides coger una trench: IMPORTANTE: que no sea over sized.


Hala, y el que quiera saber más que se vaya a Salamanca porque decididamente Cambridge nos queda mucho más lejos.

martes

Ese verano azul...

Que veinte años no es nada, que febril la mirada, lalaalalalalaa...


¡Que no son nada 20 años!: JA

Echemos un rápido vistazo a una serie que marcó un antes y un después en la televisión y en nuestras vidas: Verano Azul.

Lo que antes era una gracia del pícaro marinero Chanquete, querer seguir viviendo solo con taitantos años en un barco anclado en tierra, sin luz eléctrica ni agua corriente y sin familiar alguno conocido, ahora sería una dejadez y casi un delito, así que tendría que conformarse con plantar tomates en la maceta de la ventana de la residencia donde lo habría ingresado papá Estado ya que su caso era un claro ejemplo de indefensión total y por eso habían asumido su custodia unos años antes.

¿Qué es eso de ir con las bicicletas sin casco y por mitad de la calzada? Eso es completamente ilegal chicos, hay que ir siempre por el carril bici y nada de ir silbando (eso distrae que da gusto y como te pillen los locales te pueden poner una multa del 15).

Madre míaaaaaaa: en cada capítulo hay un plano como mínimo de Piraña poniéndose hasta las trancas de ganchitos, panchitos y bollería industrial en general: MALLLLLLLLLLLL Qué horror, ya me imagino a todos los dietistas y endocrinos retorciéndose en sus butacas al ver semejantes imágenes, ahora como mucho podría salir dándole un trago a un L casei imunitas bifidus activo que es buenísisiiiiimo para el cuerpo humano (pero poco, porque este niño siempre ha sido de retener muchos líquidos).

Pancho, con su bicicleta repartiendo leche embotellada tal cual: ahhhhhhhhhhhhhh, sin uperisar, sin calcio y sin vitamina A, D y F: ESPELUZNANTE.
Todas las vaquerías del norte se echarían a la calle por competencia desleal y por asociar una mala imagen a su producto.
Seguro que el tío de Pancho no había pasado la norma ISO de calidad y no lo tenía dado de alta en la Seguridad Social. Bufffffff, ni que decir tiene que no cumplía ni un solo punto de la ley de subcontratación( en este caso el tío es el autónomo y el sobrino sería el subcontratado de primer nivel, en nuestros días Pancho aún podría contratar a un tercero que le llevase la bici), y encima se veía claramente que ejercía su trabajo sin casco, chaleco reflectante ni EPI alguno: actualmente Sanidad le cerraba al tío de Pancho el chiringuito y se le iban a caer los palos del sombrajo.

Julia: ¿Qué eso de ir cantando canciones de otros en sitios públicos? Eso está muy mal, ahora Ramoncín y sus secuaces de la SGAE te confiscarían los cuadros en pago por los derechos de autor usurpados.

Tito, que ya en aquella época demostraba tener algún que otro conocimiento, ahora con cinco añazos aún no habría empezado ni siquiera a leer en el colegio, como mucho sabría escribir su nombre (pero sólo en mayúsculas, que las minúsculas son muy reviradas y no es cuestión de agobiar a los críos que luego se trauman).


Pero no es todo negativo hay una cosa en la que saldrían ganando y de lejos: como ahora la mayoría de sus padres estarían separados, la pandilla podría verse y disfrutar dos veces al año: en verano en la playa con mamá y en invierno en la nieve esquiando con papá y su nueva familia. Y por esta razón ahora las despedidas ya no serían tan dramáticas.

Las rebajas: ¿Y aún se preguntan por qué ya no son lo que eran?

1.- ¿En qué misterioso triángulo de las Bermudas se ha metido toda la ropa de la temporada que habías visto justo el día de antes de las rebajas?

2- ¿Mediante que bucle espacio-tiempo la ropa de los chicos de Verano Azul (que gran serie: queremosquelarepongandenuevo.com) ha traspasado 20 años y se ha colado en las estanterías de las tiendas?

3.- ¿Por qué a las pobres dependientas no les recetan Prozac para estas fechas tan señaladas y así evitarles pensamientos tóxicos con clientes a los que les clavan los colgadores de la ropa entre las uñas porque son unos pesadillas e insisten en que les busquen una tallita más de la camisetuela que han encontrado en el mega montón que había en el suelo de un probador?

4.- ¿Como piensan que nos va a quedar dinero para gastarnos en las rebajas si durante toda la temporada ,entre semanas fantásticas que duran 15 días en vez de 7 (siempre me he preguntado con que calendario de otra galaxia hacían las cuentas), días de oro y promociones mil, nos pasamos toda la temporada comprando a diestro y siniestro?.

domingo

¡Hasta las mechas y más arriba!

Totalmente verídico y la que diga que no lo ha vivido tal cual, es que está muerta y no lo sabe (como el pobro de Bruce Willis en El sexto sentido).


Vas a la pelu porque llevas ya el pelo un poco largo y necesitas que te lo desfilen para manejártelo mejor, porque con este calor, aunque te lo alises, te queda siempre como a Don Quijote de la Mancha.

- Holaaaaa, ¿Qué tal?

- Vengo a que me cortéis un poco.

- Ahhhhhhhh:¡Llevas las puntas fatal!, totalmente abiertas.

- ¿Si? No me había fijado

- ¿Usas la plancha, verdad?

- Si, claro.

- Abusáis mucho del secador.

- Ya, pero es que no te imaginas con el pelucón que me levanto por las mañanas.

- Mira, (te dice con actitud negociadora), vamos a hacer una cosa. ¿Cuántas veces te lavas el pelo a la semana?

- No sé, depende..., pero normalmente un día si, un día no.

- Bien, pues a partir de ahora, uno de los días que te lo laves, lo vamos a dejar que se seque al aire.

Se te atraganta el chicle y casi te tienen que hacer la maniobra de Heimlich porque te estás visualizando a ti misma en el espejo de tu casa y te das miedo. Logras mantener la calma y le dices:


- Ya, pero es que yo si no me seco el pelo con el secador no quepo en el ascensor y por las escaleras tengo mis dudas.

- Jajajaja, ¡qué exagerada eres! No será para tanto. ¿Te das todos los productos que te llevaste la vez pasada?

- Si,si, si, todos.

- Muy bien, ¿y que tal?

- Hombre, pues bien, pero es que claro, lo que antes me costaba media hora, ahora me lleva una hora enterita. Ya sabes, entre el sérum, la mascarilla y el líquido desenredante, se me va un rato largo. Y claro, al día siguiente ya me lo puedo lavar otra vez porque me lo noto como apelmazado.

- Pero eso es porque os echáis mucha cantidad.

- Ahhhhhhh

- Bueno, entonces ¿te corto las puntas, no?

- Si, si, pero sólo las puntas,¿eh? que nos conocemos y te pones a hablar, te emocionas con las tijeras y luego me dejas como a Fray Escoba.

- Jajajjajaa, como eres...¿te hago unas mechas para que te de luz a la cara? Es que el color lo llevas muy poco definido.

- ¿Si?, no sé....no me había hecho a la idea.

- ¿A que te ha dado el sol en la cabeza y no te has tapado el pelo?

- Si

- MALLLLLLLL

- Ya, pero es que ya sabes que el sol te da mientras caminas por la calle, y esta ciudad en verano es como el desierto del Gobi.

- Pues te cambias de acera y te vas por la sombra, porque si no pones de tu parte luego no me vengas con que el rubio te tira a rojizo y no te gusta,

Le miras y piensas, vale, pues nada, como ya de por sí llevo pocas cosas en el bolso, incluiré también un pañuelo para la cabeza y me lo pondré en plan Rogelia cuando vaya por el sol. Otra cosa más que tengo que acordarme de coger por las mañanas antes de ir al trabajo, que en vez de trabajar en una oficina parece que me voy a la isla de Perdidos.

Mientras estás toda divina con los papeles de plata en la cabeza y el casco del secador encima de tí, pasa la esteticista y te saluda. Lo primero que haces es taparte disimuladamente el granaco que te ha salido esta mañana en la barbilla (que vivan las hormonas y olé) pero te das cuenta de que es demasiado tarde: ya lo ha visto.

- Hola: ¿qué tal todo?

- Pues muy bien, aquí dentro del Apolo XI

- ¿Hace cuánto que no te haces una limpieza de cutis?

- Bufff, no sé muy bien, seis meses, creo (mientes descaradamente, pero es que no tienes tiempo material para hacerte una).

- Aquí en tu ficha pone que viniste hace un año justo. No me extraña que tengas tantos puntos negros y células muertas, por no hablar de eso- te dice señalándote el volcán de la barbilla.

- Ya pero es que estoy haciendo un curso después del trabajo y no tengo tiempo ni de respirar.

Te corta en plan motosierra y con cara de sotón del barajón te dice:

- Tú misma, pero es mejor que te la hagas antes de empezar a tomar el sol.

Tienes remordimientos y le contestas:

- Ya, bueno ¿qué día podríais cogerme a partir de las 19:00 ¿

- Uffff, a esa hora lo tenemos todo ocupado hasta el 2015, pero puedes venirte pasado mañana a las 10:00 de la mañana y así de paso te hago un peeling corporal que luego si no, te quejas de que se te enquistan los pelos.

Así que al día siguiente decides pedirle a tu jefa el viernes libre a cuenta de tus vacaciones porque no se puede ser tan dejada e ir con esas pintarracas por la vida. Y eso que tú esa mañana te habías visto bastante mona antes de salir de casa.

lunes

Ese aireeeeeeeeeeeee

Me paso todo el invierno mirando con ojos golosones la ropa de verano que tengo perfectamente plegada y guardada en el armario, estoy deseando que llegue el momento de ponérmela porque ya estoy más que jartita de las nieblas, los fríos y las escarchas en general.

Un día te levantas por la mañana y ¡zas! explosión de luz y color: ha llegado el verano: Yuhuuuuu

Te las prometes muy felices, pero……. ¿quién te ha dicho que vas a poder ponerte todos los modelitos tan ideales que tienes? Desengáñate, eso es sólo un oasis en el desierto.

Sales de tu casa con ese vestido lila de tirantes estilo princesa-bailarina de ballet que te compraste la temporada pasada y casi no pudiste estrenar: ERRORRRRR

Coges el autobús toda ingenua para ir a trabajar y………… en vez de subir a un bus parece que has cambiado de estratosfera.

Aún no has sacado la tarjeta y ya tienes la punta de los dedos de la mano azules, mientras empiezas a sentir los primeros síntomas de hipotermia, así que como tienes media hora de viaje, sacas de tu bolso (Mary Poppins a tu lado era una becaria) la chaquetita de punto que compraste en todos los colores (gracias Amancio por inventarte Zara: no puedes hacerte una idea de lo felices que nos haces cada día) y la pashmina y ¡hala! ese ya será tu uniforme para todo el día aunque en la calle haya 35ºC y esté cayendo la del pulpo y el calamar juntos.

Llegas al trabajo y de nuevo te da la sensación de entrar en otro hemisferio, te sientes más congelada que Rodolfo Valentino El Langostino y son sólo las 8:30 de la mañana: socorrocooooooo. Así que sólo puedes pensar en los calcetines gordos que tienes en casa y que deberías haberte puesto en vez de esas sandalias planas con brillantitos tan monas que te regaló tu hermana.

Intentas tantear a tus compis para negociar una temperatura más equilibrada pero se te ríen en la cara y te miran como si estuvieras loca.

¿Cómo pueden hablar de sofocos femeninos cuando ellos siempre tienen más calor que tú, tururú?: Menudo falso mito.

Así que nada, te resignas y sólo esperas a que algún alma caritativa llame a la puerta para así con esa excusa salir a abrir y de paso sentir un poco de calor y dejar de pensar que estás encerrado en vida en la morgue (no veáis lo contenta que me pongo cuando el que llama es el cartero y trae alguna carta certificada, casi lloro de la emoción porque eso implica 5 minutos extra bajo el sol abrasador mientras le relleno la cartulina rosa).

No te digo más si luego tienes que pasar por el súper antes de ir a casa.
Cuando entras y ves a la cajera con el chaleco acolchado azul marino (que no lleva ni en invierno) ya puedes echarte a temblar. Haces la compra en cero coma segundos con una constante piel de pollo en todo tu cuerpo serrano y pasas cuatro pueblos y dos barrios rurales de los pasillos de los congelados y yogures (eso ya lo comprarás otro día que lleves jersey de lana de cuello vuelto).

Así que desde aquí me gustaría hacer un llamamiento desesperado:

“En verano quiero pasar calor, quiero quejarme de que el bochorno me impide respirar y que cuando me abanique el aire que reciba sea tan sofocante como el del desierto de los Monegros.

Si me queréis: irsen a las montañas nevadas del Kilimanjaro y dejad de dar por el rasca con el aire condenado."

Gracias mil