domingo

Tan cierto como el aire que respiro

Vaya, otra vez se nos ha olvidado comprar sellos, tenemos estas dos cartas desde la semana pasada y aún no las hemos echado al buzón.

-Anda, si quieres dame dinero de caja y voy un momento a Correos que total está a 10 minutos.

-Vale perfecto, toma, llévate 50 euros y compra un cuadernillo de sellos

-Muy bien, hasta lueguito chicos.

Madre mía que calor que hace, ya hay 30ºC y aún no son las doce de la mañana, a ver si por lo menos no hay mucha gente y termino rapidito.

-Buenos días

.......... (no contesta ni Blas)

Ves claramente que hay dos filas: una para recoger y enviar paquetes y otra para envíos masivos. Jorrrrrrr, tú sólo vas a comprar sellos, no ves ninguna indicación al respecto así que decides ponerte en la fila que hay menos gente.

Diez minutos más tarde...

-Buenos días (le dices al funcionario que te atiende)

-Buenos días, ¿en qué puedo ayudarle?

-Querría por favor un cuadernillo de sellos.

-¿Sellos? Querrá decir estampillas.

-¿Estampillas? No, no, quiero sellos para enviar unas cartas, y como son para la oficina, necesitaría que me diese el ticket, por favor.

-Pero si es para franquear unas cartas lo que necesita Usted son estampillas, la gente les llama sellos pero no es el término correcto.

-Ahhhhhhhhhhh, (madre míaaaaaaaaaa no tengo claro si me ha tocado un purista del lenguaje adorador de Saramago o un guasón que no tiene otra cosita que hacer).

-Yo pensaba que las estampillas eran para rezar a los Santos pero bueno sabiéndolo, querría pues un cuadernillo de estampillas, Amén.


-Lo siento pero no tenemos.

-Vaya, pues entonces deme 30 sellos, ejem, perdón, 30 estampillas para España.

-No nos quedan. ¿Me permite que le explique algo, señorita?

(noooooooooooo, ¿por qué? ¿por qué? ¿acaso parezco un confesionario con piernas para que me metan el rollo allá donde voy?socorroco).

-Las estampillas o sellos, como vulgarmente se llaman, están tendiendo a desaparecer

-¿Y eso? – le preguntas- ¿también les afecta el deshielo de los glaciares?

-No, para nada, es que ahora intentamos, o por lo menos desde esta oficina así lo hacemos, (llámenos pioneros si quiere) que cada uno traiga sus cartas y nosotros aquí se las franqueamos. Es un método revolucionario que hemos adoptado en esta sucursal desde hace un mes.

-Ahhhhhhhh, ya, pero veo una pequeña desventaja.

-Dígame, dígame, estamos abiertos a cualquier sugerencia para mejorar nuestro proyecto particular.

Te armas de paciencia (que te la trae Papa Noel a kilos cada año) para no preguntarle si te está tomando el pelo o es que tiene cierto comportamiento border-line.

-Verá, le voy a poner como ejemplo el caso real que me sucede a mí.
Trabajo en una oficina y casi no generamos correo ordinario (ya sabe que las nuevas tecnologías están ganando puntos) pero aún así hay documentos que todavía tenemos que enviar mediante la forma tradicional, entonces nos viene fenomenal pegar la estampilla en el sobre y echarlo en el buzón que tenemos justo al lado a cualquier hora del día o de la noche, porque claro si cada vez que tengo que enviar una carta tengo que venir hasta aquí, hacer fila, y además en el horario tan restringidito que tienen ustedes la verdad es que a mi jefa le sale la carta a precio de caviar porque yo dejaría de estar trabajando unos 40 minutos y claro no creo que le cubique, aparte de la incomodidad tan absoluta que sería.

-Muy bien hilado su comentario y lo tendremos en cuenta en la próxima tormenta de ideas que tengamos en la oficina. Pero hay que adelantarse a los tiempos y ser un pelín visionarios. Ya sabe, a Einstein le llamaban loco.
A partir de ahora, si quiere comprar estampillas deberá adquirirlas en los estancos.
¿Le puedo ayudar en algo más?

-Pues la verdad es que me ha dejado usted catátonica y ojiplática al mismo tiempo, si no es mucho pedir ¿me podría hacer un justificante como que he estado aquí media hora? Es que verá, si cuento esto en el trabajo se pensarán que he empleado el tiempo en comprar los sellos y fumármelos después y claro una tiene una reputación que salvaguardar.

-Ningún problema, dígame su nombre completo y NIF.

Ahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Estoy convencidísima de que funcionario de correos es uno de los trabajos con menos índice de baja laboral por estrés.
Cuando entro en una oficina con su aire acondicionado, su música ambiental y el caminar lento y cansino de los trabajadores me produce una sensación de relajación tal que me río de las clases de yoga.
Eso, si!!! todo cambia cuando hablas con el funcionario de turno que te toca, que te eriza hasta el vello de los brazos de nervios que te provoca.

Anónimo dijo...

Como decían en "Men in black II" hay un gran número de extraterrestres trabajando en las oficinas de correos. Sino no se entiende que sean así.

reyes dijo...

Que momentazo...te falta el toque del pelo castaño inquietante.....